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#6-4 JINETES HUMANOS, HÍBRIDOS O DEMONIOS

Apocalipsis 9:13-21

De acuerdo a Apocalipsis los poderes del infierno están sobre la tierra, y nuestro estudio tiene el propósito de distinguir, si el texto de Apoc.9-13-19 habla sobre si esos jinetes, hacen referencia a hombres, hibridos, o demonios.

 

El escenario a estudiar, se da ala sexta trompeta - Apocalipsis 9:13-21, y el texto dice: “El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.”

 

Conforme ala escritura leída, los EVENTOS a suceder son más catastróficos para la raza Humana, es decir; al sonar la sexta trompeta se ponen en marcha fuerzas destructoras mucho más mortíferas que las anteriores. Me explico, mientras que las langostas de la quinta trompeta sólo torturaban a los hombres, los ángeles encadenados de la sexta y sus huestes los matan. Y así mismo, al final, veremos que el propósito de estos terribles juicios futuros, siguen siendo el advertir a los hombres de las consecuencias de sus pecados y llamarles nuevamente al arrepentimiento. Pero tal como se nos explica al final de este pasaje, los hombres no quieren acogerse a la gracia de Dios para ser salvos, sino que, se resistirán hasta exponerse a morir, en su rebeldía contra Dios.

 

 

LA ORACIÓN ENTRE LOS CUATRO CUERNOS

 

La contestación a las oraciones de los santos, leemos que antes de las trompetas sucede algo muy importante "Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.

 

Apocalipsis 8:3‭-‬5 RVR1960 Debemos recordar que toda la acción del libro de Apocalipsis tiene su origen en el Santuario Celestial.

 

Aquí vemos que el ángel que tocó la sexta trompeta recibió sus instrucciones por medio de “una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios”. Esta referencia al “altar de oro” nos recuerda nuevamente a “las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían” y que desde allí pedían que Dios les hiciera justicia (Ap 6:9-10). Y también que los juicios de las siete trompetas vinieron como consecuencia de las oraciones de los santos presentadas ante el altar, Escritura que hemos leído (Ap 8:3-5).

 

Es evidente que Juan no quiere dejar de animar al pueblo de Dios para que persevere en oración ante la próxima venida del Señor.

 

Entonces la orden al Angel es: “Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates” Está orden que recibió el sexto ángel por medio de la voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro consistía, y lo repito de nuevo, en “desatar a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates”.

 

 

IDENTIDAD DE ESTOS CUATRO ÁNGELES

 

En cuanto a la identidad de estos “cuatro ángeles”, seguramente lo más acertado es pensar que se trata de ángeles caídos, desobedientes a Dios. Notemos que están “atados”, del mismo modo en que un día lo será el mismo Satanás (Ap 20:2). Quizá debamos pensar que se trata de demonios de una peligrosidad especial, que hasta este momento han sido retenidos por Dios impidiéndoles usar su poder para hacer mal a los hombres. En términos geográficos, estos ángeles están atados “junto al gran río Eufrates”.

 

Este río marcaba el límite ideal de la Tierra Prometida por el este (Gn 15:18). Más allá estuvieron los grandes imperios de Asiria y Babilonia, que en tiempos antiguos derrotaron a los israelitas y los sometieron. Es probable, el que estos cuatro ángeles provengan de allí y guarde algún tipo de relación con lo que ocurrió en el pasado, anunciando nuevos problemas para Israel. Esto se vería confirmado por el hecho de que cuando se derrame la sexta copa, las aguas del gran río Eufrates se secarán para que los reyes del oriente puedan pasar con sus ejércitos para la gran batalla de Armagedón de acuerdo a Ap 16:12-16

 

 

YA NO ES TORTURA SINO MUERTE

 

Ahora, alude ala muerte: “A fin de matar a la tercer parte de los hombres” Vemos también que estos “cuatro ángeles estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres”. Esto nos recuerda varias cosas importantes:

• Dios dirige la historia de la humanidad conforme a su plan, cumpliendo cada una de sus etapas en el momento adecuado, es decir; la hora, día, mes y año.

• Ninguna fuerza satánica puede actuar por su propia cuenta, sino sólo dentro de los límites impuestos por Dios.

• Dios en su soberanía puede usar a los ángeles rebeldes para ejecutar sus justos juicios. Tanto para los gentiles, judíos, y los mismos angeles caídos.

• Los juicios de Dios siempre son controlados y precisos.

 

Pues bien, como veremos a continuación, estos cuatro ángeles dirigen un numeroso ejército de jinetes, los cuáles podrían ser Humanos, Híbridos, o DEMONIOS,  que tienen como finalidad “matar a la tercera parte de los hombres”.

 

Esto quiere decir que el grado de intensidad de los juicios de Dios está aumentando con el toque de cada nueva trompeta. En la anterior vimos que los hombres eran atormentados durante cinco meses, pero aquí la tercera parte de la humanidad morirá. No es todavía su aniquilación total, pero sí una advertencia muy enérgica y severa de parte de Dios.

 

Este será el juicio más catastrófico que la humanidad ha sufrido desde los días del diluvio, pero tristemente no será el último. No sabemos en cuánto tiempo se ejecutará este juicio, pero de lo que sí que podemos estar seguros es que dejará un escenario terrible sobre la tierra.

Es decir; - Por un lado el dolor de los que sobrevivan y que con toda seguridad habrán perdido a varios seres queridos y que nos recuerda el lamento de los egipcios después de sufrir la muerte de los primogénitos (Ex 12:29-30).

 

- Y por otro lado, el olor nauseabundo de millones de cuerpos en estado de descomposición, y las dificultades para enterrarlos o quemarlos.

 

Serán Hombres, Híbridos o DEMONIOS: "Un ejército de doscientos millones de jinetes" Juan nos dice que oyó que “el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones”.

 

Se puede suponer que este ejército seguía a los cuatro ángeles. Ahora, no se nos dice si los jinetes son soldados humanos, o Híbridos o legiones de demonios. Con los descubrimiento de la Nuerotecnologia el control mental, lo más probable es que sea lo Segundo o, por último los DEMONIOS, dado la descripción que a continuación hace de él. Encontramos otros ejemplos en las Escrituras de ejércitos de ángeles que nos ayudan a confirmar esta idea en el libro de 2 de Reyes dice: "Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a prenderlo. Y le fue dicho: He aquí que él está en Dotán. Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos? Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo". 2 Reyes 6:13‭-‬17

 

"Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos". Apocalipsis 19:14

 

Por otro lado, se nos dice que este gran ejército avanza contra la humanidad buscando destruirla sin compasión alguna, acercándoles lo que significan los poderes del infierno, y la adoración de los  humanos, a estás fuerzas demoníacas

 

Habiendo entendido lo anterior, pongamos atención a los siguientes detalles:

 

 

JINETES

 

En cuanto a los detalles, en primer lugar se describe a “sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre”. A Juan le llaman la atención sus corazas, que eran de fuego, zafiro y azufre. Recordamos que el infierno es presentado como “el lago de fuego y azufre” (Ap 20:10), y que la destrucción de Sodoma y Gomorra fue también por fuego, azufre y humo (Gn 19:24-28).

Estos detalles parecen sugerir no sólo lo demoniaco, sino también su carácter destructivo; como si por medio de ellos se desplegaran los poderes del infierno.

 

 

CABALLOS

 

En este sentido, notemos que también de la boca de los caballos salía “fuego, humo y azufre”, dándonos a entender que tanto el caballo como su jinete tenían un mismo propósito. Además, de los caballos se nos dice que realmente eran monstruos extraños de los que salía humo y azufre de su boca, sus cabezas “eran como cabezas de leones”, lo que añade otro elemento más de ferocidad y poder destructivo, y sus colas eran “semejantes a serpientes, que tenían cabezas, y con ellas dañaban”. Por lo tanto, “el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas”. Podríamos decir que tenían capacidad para dañar por delante y por detrás, lo que eliminaría cualquier escapatoria.

 

Notemos también que sus colas eran “semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban”. Quizá la referencia a las serpientes evoca una relación más con lo demoníaco. Su poder destructivo es enorme y parece que se concentraba especialmente en sus bocas. Se nos dice que “por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el FUEGO, el HUMO y el AZUFRE que salían de su boca”.

 

Ya vimos que cuando el Cordero abrió el cuarto sello, la cuarta parte de los hombres murió (Ap 6:7-8), ahora la proporción es mayor, ya que de los que sobrevivieron van a morir una tercera parte. En términos de números de cuántos existen, en ese momento de la humanidad no sabemos. Solo se nos informa las cantidades de muertes. Finalmente, sólo por estos dos juicios la población mundial será reducida aproximadamente a la mitad, de cualquier cantidad que haya quedado después del ARREBATAMIENTO, aunque a esto debemos sumar también los muertos causados por los otros juicios. Nos encontramos, por lo tanto, ante juicios tremendamente severos de Dios que parecen anunciar el fin inminente de este mundo tal como lo conocemos.

 

 

EL ESTADO DE LOS SUPERVIVIENTES

 

Los supervivientes de este juicio. Sería de esperar que en medio de todo este sufrimiento los hombres acudieran a Dios y clamaran pidiendo misericordia, pero incomprensiblemente, en lugar de eso, volvieron a adorar a los mismos seres diabólicos que causaban su ruina y muerte: “Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar”.

 

Su actitud resulta incongruente. Endurecen su corazón del mismo modo que lo hizo Faraón en Egipto después de que las plagas de Dios hubieran arruinado el país, y en lugar de rendirse a Dios siguen luchando inútilmente contra él.

 

Más adelante veremos que frente a los juicios de Dios las naciones se airaron contra él (Ap 11:18), y en lugar de arrepentirse para darle gloria, blasfemaron su nombre (Ap 16:8-11).

 

El profeta Amós describe una actitud similar de gente de su tiempo ante los juicios de Dios: Am 4:10: “Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.”

 

EL CORAZÓN DEL hombre se hace culpable de idolatría, adorando las cosas creadas por él mismo y no al Creador. Esto es absurdo, como demuestra la descripción de las imágenes que encontramos aquí: “las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar”. Da lo mismo que sus imágenes sean “de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera”; están muertas y son absolutamente incapaces de actuar a su favor (Sal 115:4-8).

 

Es sorprendente que el hombre abandone al Dios vivo para servir y adorar a objetos inanimados (Dn 5:23). Esta actitud del hombre es muy grave porque quebranta la ley de Dios (Ex 20:4-6), pero también porque al adorar a estas imágenes, en realidad están adorando a los demonios (Sal 106:37) (1 Co 10:19-20).

 

Finalmente, no quisieron arrepentirse y la sociedad que sobrevivió continuó viviendo en sus pecados: “Y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos”. Es aterrador pensar en cómo será el mundo en ese momento. La situación generada por los continuos juicios de Dios producirá el caos y el desorden. Pero en esa situación el hombre no se arrepentirá, sino que seguirá sin tener en cuenta los principios de Dios en sus vidas, entregado por completo a una vida de inmoralidad en todos los órdenes, como por ejemplo:

 

• “Homicidios”. Seguramente habrá un vacío de autoridad y los asesinatos crecerán de forma incontrolada. Y al estar rodeados de la muerte por todos los lados, será difícil respetar el valor de la vida. Probablemente lo que se nos quiere transmitir aquí es que el mundo se convertirá en una jungla sin ley, donde el más fuerte es el que saldrá adelante.

 

• “Hechicerías”. A pesar de que los demonios han sido los ejecutores de los últimos juicios, el hombre se volverá a la adoración a Satanás y los demonios, practicando de forma abierta y universal todo tipo de ritos prohibidos por las Escrituras. Será una sociedad satanizada. • “Fornicación”. Es un término general que describe cualquier tipo de pecado sexual. En ese tiempo se verán todo tipo de perversiones sexuales sin freno alguno.

 

• “Hurtos”. Probablemente, en medio de la terrible escasez de elementos básicos para la subsistencia que los juicios dejarán, las personas lucharán por conseguir lo que necesitan sin tener en cuenta ningún principio ético o moral. Será una lucha despiadada para hacerse con las cosas necesarias. El panorama con el que termina es realmente desolador. Pero lo más triste de todo esto es que el hombre sigue en su obstinada rebeldía contra Dios, lo que únicamente puede producir que vengan juicios aún peores sobre él. JMS

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