top of page

La prueba bíblica para el pretribulacionismo

La Biblia no nos dice explícitamente el tiempo del rapto. De tal manera, ningún versículo nos dice que el rapto será pretribulacional (o mid-tribulacional o pos-tribulacional respecto a eso). ¿Esto quiere decir que la doctrina del Pretribulacionismo no es bíblica? No necesariamente. Muchas doctrinas bíblicas importantes, no se nos son dadas, directamente en un versículo. Algunas doctrinas se basan en una armonización, de pasajes múltiples. Por ejemplo, ningún versículo explica la doctrina de la Trinidad o que Jesucristo es el Dios-hombre. Pero una armonización de pasajes muestra que estas doctrinas son bíblicas. Asimismo una armonización de textos bíblicos muestran que la perspectiva del rapto pretribulacional es bíblica. Lo que sigue, son las evidencias bíblicas:

 

  • Dios ha prometido la liberación de la Iglesia de la ira divina (1 Tes. 1:10; 5:9; Apoc. 3:10) Dios hizo una promesa especial a la iglesia de que será salvada de la futura, ira tribulacional de Dios. Es mejor tomar esta liberación como una remoción física (el rapto) de este tiempo de la ira divina.

 

  • 1 Tes.1:9-10 Los Tesalonicenses esperaban… de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera. ¿Por qué se refiere esta ira a la Tribulación?:

 

  • Primero, el contexto de 1 y 2 Tesalonicenses trata con el día del señor y el juicio de Dios que precede a la venida de Cristo.

 

  • En segundo lugar, el texto manifiesta que es una ira futura (“ira venidera”).

 

  • En tercer lugar, es una ira de la cual uno puede ser rescatado por el regreso de Cristo. De esta forma, la ira a la que se refiere entonces es la ira del período de la Tribulación y no de la ira eterna de Dios en general. 1 Tes. 5:9 “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. ¿Por qué se refiere esta ira a la Tribulación? El contexto inmediato es la ira del día del señor (5:1-8). Inclusive, ésta debe ser la misma ira de 1 Tes. 1:10. Todo el período de la Tribulación de siete años es un tiempo de la ira divina de Dios así es que la protección prometida debe ser por todos los siete años.

 

Algunos han tratado de decir que la furia e ira no caracteriza a todo el período de Tribulación de siete años. Dicen que los juicios anticipados (los sellos) de la tribulación son la ira del hombre y de Satanás. Los siguientes puntos, sin embargo, muestran que todo el período de la Tribulación es un tiempo de ira divina:

 

Jesús es el Único quien directamente abre todos los juicios de Tribulación incluyendo los juicios de los sellos que inician el período de la Tribulación. En Apocalipsis 4 y 5 Jesús es el mismo que se encuentra digno para abrir los sellos que El comienza a abrir en 6:1. La abertura de los sellos por Cristo señala que los juicios del sello son una ira divina.

 

Los juicios de los sellos que inician la Tribulación son consistentes con la ira divina “Los juicios de estos cuatro sellos incluyen la espada, hambre, pestilencia, y bestias salvajes, frecuentemente utilizados en la Escritura como expresiones de ira divina. Ciertamente, todos ellos son incluidos y nombrados cuando Dios llama Sus i dice: “enviare contra Jerusalén mis cuatro juicios terribles, espada, hambre, fieras y pestilencia” (Ezeq. 14:21)”. (Gerald B. Stanton, “A Review of the Pre-Wrath Rapture of the Church,” Bibliotecha Sacra, vol. 148 #589, Enero 1991) Además, las plagas como la pestilencia y las bestias salvajes apenas pueden deberse al hombre.

 

Ya en el sexto sello, los incrédulos declaran que la ira de Dios “ha llegado” (Apoc. 6:16-17). Los incrédulos reconocen que todos los seis sellos que han ocurrido hasta ahora son la ira misma de Dios. Robert L. Thomas dice “El verbo elthen (‘ha llegado’) es indicativo del aorist, en lo referente a una venida previa de la ira, no a algo que está a punto de tener lugar. Los hombres ven la llegada de este día al menos tan pronto como los trastornos cósmicos que caracterizan el sexto sello (6:12-14), sino en la reflexión que probablemente reconocen como ya teniendo efecto con la muerte de una cuarta parte de la población (6:7-8), la carestía mundial (6:5-6), y la guerra global (6:3-4). La secuencia rápida de todos estos acontecimientos, no podrían librarse en los avisos públicos, sino a la luz de su explicación verdadera, no despierta, en la conciencia humana, hasta que los fenómenos severos del sexto sello lleguen”. (Robert L. Thomas, Apocalipsis 1-7, pp. 457-58) Apocalipsis 3:10 “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. Aquí hay una promesa para la Iglesia de la preservación fuera del tiempo de la Tribulación. Así, a los creyentes no sólo se les promete liberación de la ira divina sino del lapso del tiempo (“la hora”) de la ira divina. Esto descarta la posibilidad de que la Iglesia esté en la tierra durante la Tribulación. Como Ryrie dice: “es imposible imaginar estar en posición donde algo ocurre y estar exento del tiempo del suceso”.

 

Las diferencias entre los pasajes del rapto y los pasajes de la Segunda Venida indican que los dos son sucesos diferentes de acontecimientos en momentos diferentes. Los pasajes centrales que se ocupan del rapto son Juan 14:1-3; 1 Corintios 15:51-58 y 1 Tesalonicenses 4:13-18. Los pasajes centrales que tratan con la Segunda Venida a la tierra son Zacarías 14:1 21; Mateo 24:29-31; Marcos 13:24-27; Lucas 21:25-27 y Apocalipsis 19. Un examen cuidadoso de estos textos demostrará que hay suficiente razón para concluir que el rapto y la Segunda Venida a la tierra no son el mismo acontecimiento:

 

La Segunda Llegada es precedida por señales pero el rapto se presenta como inminente sin señales precediéndolo. “En pasajes que se ocupan del segundo advenimiento, allí vemos señales o acontecimientos que conducen y señalan el regreso de Jesucristo (e.g., Mat. 24:4-28; Apocalipsis 19:11-21). En cada uno de estos pasajes de la Escritura hay un cuidadoso y extensivo pormenor de detalles que deberían alertar a los creyentes en ese día de que el segundo advenimiento está a punto de ocurrir. . . . Por otra parte, no hay mención de ninguna señal o acontecimientos que preceden al rapto de la iglesia en cualquiera de los pasajes del rapto. El punto parece ser que el creyente antes de este acontecimiento debe buscar, no alguna señal, sino al Señor en el cielo. Si el rapto fuese una parte del complejo de acontecimientos que conforman el segundo advenimiento, y no distinto de ello, entonces pretenderíamos que habría una mención de señales o acontecimientos dentro en al menos un pasaje”. (Vea a Paul D. Feinberg, "The Case For The Pretribulation Rapture Position,” en Gleason Archer, Paul Feinberg, Douglas Moo, The Rapture: Pre-, Mid-, or Post Tribulational? p. 80)

 

El rapto es presentado como una venida en bendición mientras que la segunda venida es una venida para juicio. “En los pasajes claros del rapto, la venida del Señor se presenta como una venida en bendición para los santos. Nada se dice acerca de Su venida para juicio. Por otra parte, los pasajes acerca del segundo advenimiento hablan de la venida del Señor en juicio sobre Sus enemigos (Apoc. 19:11ff; Joel 3:12-16; Zac. 14:3-5)”. (John Feinberg, p. 198). “En cada uno que de los pasajes del rapto que no hay mención de prueba antes del acontecimiento. Más bien, existe allí la promesa descubierta del regreso de Cristo por los Suyos”. (Paul Feinberg, p. 81)

 

Los pasajes de la Segunda Venida están en el contexto del establecimiento del Reino, mientras que los pasajes del rapto no hacen mención del Reino. “Los pasajes del segundo advenimiento son invariablemente seguidos por la declaración de establecer el reino después del regreso del Señor (e.g., Mat. 24:31; 25:31ff; Zac. 14; Joel 3; Apoc. 19-20). Entonces, el segundo advenimiento es antes del establecimiento del reino milenario. Por otra parte, los pasajes claros del rapto no dan indicio que después del rapto el Señor establece el reino”. (John Feinberg, p. 198)

 

Los cuerpos glorificados en el rapto "Es muy claro desde 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1 Corintios 15:51vs que en el rapto aquellos que fueron reunidos para el Señor serán glorificados. Por otra parte, los pasajes del segundo advenimiento no dicen nada acerca de alguien (vivo o muerto) recibiendo un cuerpo glorificado”. (John Feinberg, p. 198) “En ninguna parte de los textos que se ocupan del segundo advenimiento existe la enseñanza acerca del traslado de santos vivos”. (Paul Feinberg, p. 82)

 

Ninguna mención de reunirse en el aire en los pasajes de la Segunda Venida En Ninguna Parte de los pasajes de la Segunda Venida hay mencionada una reunión en el aire.

 

Las diferencias en el tiempo de las resurrecciones “Parece haber una incongruencia entre el tiempo de la resurrección en el rapto y en la Segunda Venida. En el pasaje central del rapto que se ocupa de este asunto, 1 Tesalonicenses 4:13-18, el tiempo de la resurrección de los santos muertos claramente se indica que es durante el descenso de Cristo a la tierra. Aquellos raptados, santos vivos y muertos, serán llevados desprevenidos para reunirse con el Señor en el aire. Contraste esa información con la que es encontrada en Apocalipsis 19-20. Allí, el orden parece ser: El descenso de Cristo, quitarle la vida a Sus enemigos, echar a la Bestia y al Falso Profeta en el lago de fuego, atar a Satanás, y luego la resurrección de los santos. Parece que como si la resurrección de los muertos será durante el descenso en el rapto, pero después del descenso de la Segunda Venida”. (Paul Feinberg, p. 84)

 

Las diferencias en el destino en el tiempo de las venidas “Parece haber una incongruencia entre el destino de aquellos que son llevados en el rapto y el destino de aquellos que participan de la Segunda Venida. En el entendimiento post-tribulación de los acontecimientos que rodean la Segunda Venida, la iglesia será llevada para reunirse con el Señor en el aire e inmediatamente le acompañarán en Su descenso seguido a la tierra. Compárese eso con Juan 14:3. En el rapto el Señor va a venir y llevarse a aquellos del rapto para estar con Él. La implicación evidente es que los santos raptados serán llevados al cielo, y no a la tierra. Si esto es así entonces, el destino de aquellos llevados el rapto será el cielo. Según los pasajes de la Segunda Venida, sin embargo, los santos involucrados van encaminados hacia la tierra”. (Paul Feinberg, p. 84)

 

El papel de los ángeles en las venidas En la Segunda Venida, los ángeles son los que congregarán a los elegidos (Mat. 24:31). En el Rapto Jesús es el agente directo de la reunión (1 Tes. 4:16).

 

La Naturaleza del “misterio”, que hemos hablado anteriormente, del rapto “Pablo habla del rapto como UN “MISTERIO” (1 Cor. 15:51-54), es decir, una verdad no revelada hasta que fue revelada por los apóstoles (Col. 1:26). Así que el rapto -se dice- es un misterio recién revelado, haciéndole un acontecimiento separado. La Segunda Venida por otra parte, fue predicha en el Antiguo Testamento (Dan. 12:1-3; Zac. 12:10; 14:4). (Thomas Ice en “The Biblical Basis for the Pretribulational Rapture," en Basic Theology Applied, p. 269)

 

Ninguna mención de la Iglesia en Apocalipsis 4 al 18. En Apocalipsis 4-18 da el más detallado relato del período de Tribulación de siete años. Si la Iglesia estuviera en el período de la Tribulación, seguramente uno esperaría al menos una referencia a la Iglesia en este lapso de tiempo. La Iglesia, sin embargo, a la cual se refiere diecinueve veces en los primeros tres capítulos de Apocalipsis, es repentinamente silenciosa y nunca referida en los capítulos 4-18. “Es notable y completamente inesperado que Juan cambiara de instrucciones detalladas para la Iglesia a un silencio absoluto acerca de la Iglesia para los siguientes 15 capítulos si, de hecho, la Iglesia continuase en la tribulación”. (Richard L. Mayhue, Snatched Before the Storm, p. 8)

 

El Pretibulacionismo explica mejor la presencia de santos no glorificados que entrarán en el Reino Milenario. La Biblia señala que los incrédulos vivos serán removidos de la tierra y juzgados al final de la Tribulación. Pero la Biblia también enseña que niños nacerán durante el Milenio y que las personas serán capaces de pecar (Isa. 65:20 y Apoc. 20:7-10). ¿Cómo puede ser esto? La perspectiva pretribulacional permite a personas salvarse después del rapto y durante la Tribulación que luego entrarán en el Reino Milenario en cuerpos no glorificados. Como John Feinberg dice: “Según el Pretibulacionismo, después del rapto la Tribulación se inicia. El evangelio es predicado a todo lo largo de la Tribulación y hay algunos que creen. Aunque muchos de los que creen son muertos (e.g., Apoc. 13:7, 15), no todos los creyentes son muertos durante la Tribulación. Aquellos que experimentan la Tribulación entran en el reino en cuerpos naturales. Además, algunas personas aceptan al Señor cuando El regresa al final de la Tribulación (e.g., Zac. 12:10). Muchas de estas personas no mueren en ese momento, y no hay prueba de que a ellos les es dado un cuerpo glorificado cuando reciben a Cristo. Estas personas están también disponibles para entrar en el reino en cuerpos naturales. Para la posición del pretribulación, hay siete años para salvar a las personas antes del reino, y una cierta cantidad de aquellos pueden entrar en el reino en cuerpos naturales. . . . La posición que realmente está en un problema con relación a este asunto es la perspectiva del rapto post-tribulación. Si todos los que van en el rapto están glorificados, y si el rapto ocurre al final de la Tribulación, ¿A quiénes se les permite entrar en el reino en cuerpos naturales? Todos los creyentes habrán sido raptados y glorificados para entonces”. (Itálicas mías) (John Feinberg, p. 201)

 

La naturaleza y propósito de la Tribulación excluye a la Iglesia de ser parte de ella. La naturaleza de la Tribulación gira alrededor de Israel según Daniel 9:24-27, la profecía de las “setenta semanas” incluyendo la final semana (siete años) es para Israel (“tu pueblo”). Jeremías 30:7 se refiere al período de la Tribulación como el tiempo de la “angustia de Jacob.” Mientras que la iglesia experimentará tribulación en general durante la edad presente (Juan 16:33), nunca es mencionada como participante en el tiempo de Israel, lo cual incluye la gran tribulación, el día del señor, y la ira de Dios”. ((Ice y Demy, The Truth About The Rapture, p. 36). Tenemos dos propósitos a considerar:

  • Propósito #1: La preparación de Israel “La Biblia enseña que la Tribulación es un tiempo de preparación para la restauración y conversión de Israel (Deuteronomio 4:29, 30; Jeremías 30:3-11; Zacarías 12:10)”. (Ice y Demy, p. 36)

 

  • Propósito #2: El juicio a un mundo incrédulo Apocalipsis 3:10 se refiere al período de Tribulación como “la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. El segundo propósito principal de la Tribulación, entonces, es probar al mundo incrédulo. “Los que moran sobre la tierra” se refiere a aquellos que son incrédulos en la tierra durante el período descrito en Apocalipsis 4-19. (Thomas Edgar: “An Exegesis of Rapture Passages,” en los Issues on Dispensationalism, p. 216).

 

La naturaleza de la Iglesia. Si la naturaleza de la Tribulación fuera judía y el propósito de la Tribulación es traer a Israel a creer y a juzgar al mundo incrédulo, lo que tiene en mente ¿Qué propósito tiene la iglesia en relación a este período? Como se ha mostrado ya, a la iglesia se le promete liberación de este tiempo de ira (1 Tes. 1:10; 5:9; Apoc. 3:10).

 

La expectación de la Iglesia es la venida inminente de Cristo y no el período de la Tribulación. “Los pasajes como 1 Corintios 1:7; Tito 2:13 y Filipenses 3:20 son aplicables en este punto. El creyente es descrito esperando ansiosamente y ardientemente al Salvador. Observar señales es totalmente extraño en estos pasajes. Nunca sucede. Ni una sola vez. Además, no sólo el creyente no busca de un regreso inminente del Señor, sino que él debe dirigir su vida a la luz de eso (cf. Rom. 13:11-14; Santiago 5:7-8; 1 Juan 3:1-3). Si, por otra parte, hay señales profetizados específicas, en realidad no andaríamos buscando al Salvador de un momento a otro, sino que en lugar de eso deberíamos esperar la revelación del hombre de pecado, la Gran Tribulación, etc. Habría al menos un período de preparación de siete años”. (Earl D. Radmacher: “The Inminent Return of the Lord,” en Issues on Dispensationalism, pp. 264-65). “Es incompatible entonces que las Escrituras guarden silencio sobre un cambio tan traumático para la Iglesia. Si el post-tribulacionismo fuera verdadero, uno esperaría que las epístolas enseñen el hecho de la Iglesia en la tribulación, el propósito de la Iglesia en la tribulación, y la conducta de la Iglesia en la tribulación”. (Mayhue, p. 9)

 

La Expectación Tesalonicense. El hecho de que Pablo había enseñado un Rapto Pretribulacional puede ser deducido de 2 Tesalonicenses 2:2-3. En este pasaje, Pablo nota que los Tesalonicenses se habían estremecido y “conturbados” porque habían sido inducidos a pensar que estaban actualmente en el Día del Señor (o sea el período de la Tribulación). El hecho de que estuviesen consternados es significativo. Si Pablo había enseñado un rapto post-tribulacional, los Tesalonicenses no habrían tenido razón para estar consternados puesto que esperarían señales y persecución antes de la venida del Señor. De esta manera, gozosamente podrían mirar a la pronta venida del Señor después de la Tribulación. Sin embargo, el hecho de que los Tesalonicenses estaban impactados señala que no esperaban estar en el día del Señor. Una deducción justa de acuerdo con la enseñanza previa de Pablo, los Tesalonicenses esperaban ser raptados antes del día del Señor.

 

Concluyendo El propósito de este estudio ha sido presentar un caso positivo y bíblico para la posición del rapto pretribulacional. La naturaleza judía y de juicio de la Tribulación parece excluir a la Iglesia a quien se le promete liberación de ese tiempo de ira. Las diferencias entre los pasajes del rapto y de la Segunda venida, aunque no son convincentes a todos, parecen lo suficientemente de peso para hacer muy posible que los dos diferentes eventos suceden en momentos diferentes. Si éste es el caso, esta perspectiva armoniza bien con el hecho de que la Iglesia no se encuentra en ninguna parte en la muy detallada sección de la Tribulación de Apocalipsis 4-19. Esta perspectiva también armoniza bien con el hecho de que debe haber un lapso de tiempo permitido para salvar personas y luego entrar en el Reino Milenario en cuerpos no glorificados

bottom of page