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SALUD

NO EXISTE ENFERMEDAD REAL FRENTE A“DESORDEN” MENTAL, TAMPOCO LA EVIDENCIA DEL MITO DEL “DESEQUILIBRIO QUÍMICO”

 

Los trastornos psiquiátricos no son enfermedades médicas. No hay exámenes de laboratorio, escáneres del cerebro, rayos X o pruebas de desequilibrio químico que puedan comprobar que cualquier trastorno mental es una condición física.

 

Esto no quiere decir que las personas no se depriman, o que la gente no pueda experimentar presión emocional o mental, pero la psiquiatría ha reenvasado estas emociones y comportamientos como “enfermedad” para vender los fármacos. Esta es una brillante campaña de marketing, pero no es ciencia.

 

LEAMOS EL TESTIMONIO DE VARIOS MÉDICOS, Y SALGAMOS DE DUDAS AL RESPECTO

 

“… la psiquiatría moderna todavía tiene que demostrar convincentemente la causa genética o biológica de por lo menos una sola enfermedad mental… A los pacientes se les ha diagnosticado

‘desequilibrios químicos’ a pesar de que no existen pruebas para respaldar tal afirmación… no hay un concepto real de la apariencia de un equilibrio químico correcto”. — David Kaiser, psiquiatra

 

“No existe el desequilibrio químico. Cuando la gente viene a mí y dice:

‘Tengo un desequilibrio químico’, les respondo: ‘muéstrame tus exámenes de laboratorio’. No hay pruebas de laboratorio. Entonces, ¿qué es el

desequilibrio bioquímico?”. — Dr. Ron Leifer, psiquiatra de Nueva York

 

 

“Todos los psiquiatras tienen en común que cuando son capturados por la cámara o el micrófono, se agachan y admiten que no hay cosas tales como los desequilibrios químicos o enfermedades químicas, ni hay exámenes o pruebas para ellos. Lo que hacen en la práctica, que se extiende en todos los casos, es revocar el derecho de consentimiento informado de cada paciente y envenenarlos en el nombre de ‘tratamiento’, lo cual no es nada más que criminal”. — Dr. Fred Baughman, Jr. Pediatra Neurólogo

 

“La psiquiatría hace afirmaciones no comprobadas de que la depresión, la enfermedad bipolar, la ansiedad, el alcoholismo y muchos otros trastornos son de hecho, básicamente biológicos y probablemente tienen un origen genético... Este tipo de fe en la ciencia y el progreso, es asombroso, sin

decir que es ingenuo y tal vez delirante”. — David Kaiser, psiquiatra

 

Mientras que “no ha habido escasez de explicaciones bioquímicas para supuestas condiciones psiquiátricas... ninguna de ellas ha sido probada. Por el contrario, en cada caso donde se pensó haber encontrado tal desequilibrio, más tarde se probó que era falso”. — Joseph Glenmullende, psiquiatra de la Facultad de Medicina de Harvard

 

“Se aferran a las teorías no sólo porque no hay nada que tome su lugar, sino también porque son útiles para promocionar el tratamiento con drogas”. — Dr. Elliot Valenstein, catedrático, autor de Culpando al Cerebro

 

“No existen análisis de sangre o pruebas biológicas que determinen la presencia o ausencia de la enfermedad mental, como existen para la mayoría de las enfermedades del cuerpo. Si se desarrollara una prueba de este tipo, entonces la condición dejaría de ser una enfermedad mental y se clasificaría como síntoma de una enfermedad física”. —

Dr. Thomas Szasz, profesor emérito de psiquiatría, Facultad de

Medicina de Nueva York, Siracusa, EE.UU.

 

“Creo que hasta que el público y la psiquiatría misma se den cuenta de que las etiquetas del DSM no sólo son inútiles como ‘diagnóstico’ médico, sino que también tienen el potencial para hacer grandes daños; en especial cuando se les utiliza como medios para negar las libertades individuales, o como armas en manos de psiquiatras que actúan como pistoleros del

sistema legal”. — Dr. Sydney Walker III, psiquiatra

 

 

“Ningún indicador bioquímico, neurológico o genético ha sido identificado para el trastorno de déficit de atención, el trastorno de oposición desafiante, la depresión, la esquizofrenia, la ansiedad, el abuso compulsivo de drogas, alcohol y comida, los juegos de azar o cualquier supuesto mal, enfermedad o trastorno mental”. — Dr. Bruce Levine, catedrático, psicólogo y autor de La rebelión del sentido común

 

 

“Contrario a los diagnósticos médicos que proveen una causa probable,

tratamiento apropiado y un resultado posible, los desórdenes enumerados en el DSM-IV son términos establecidos por consenso”. — Tana Dineen, Catedrática, Psicóloga canadiense.

 

Como hemos leído, sobre los testimonios de estos muchos médicos que afirman que los trastornos de ansiedad y depresión no están causados por un “desequilibrio químico” en el cerebro. Como también hay muchos médicos que afirman que los trastornos de ansiedad y depresión están causados por un “desequilibrio químico” en el cerebro. De acuerdo a lo leído me pregunto:

 

¿Por qué esta diferencia de pensamientos de estos médicos?

 

¿No hay pruebas científicas que definan esta discusión?

 

¿Ho Hay gato encerrado?

 

Y claro, los médicos que si creen pero sin evidencia, para tratar un desequilibrio químico, tienes que tomar medicación. “La química se equilibra con química”.

 

Entonces, si tienes un desequilibrio químico, tú no eres responsable de tu ansiedad (LA VICTIMA). La máxima responsabilidad que puedes tener es informarte bien de cuáles son los neurotransmisores implicados, y tomar la pastilla correcta a la hora correcta para llevarlos a su estado “normal”. Eso es lo más LOGICO Y SENSATO DESDE UN PENSAMIENTO DE VICTIMA. Simplemente necesitas tomar la medicación hasta que se vaya el problema. ¿Todo resuelto entonces?

 

¡Nada de eso! Prepárate porque estás a punto de conocer la verdad que seguramente muchos no quieren que sepas.

 

La teoría de que los trastornos de ansiedad son causados por un“desequilibrio químico” en el cerebro es una opinión NO COMPROBADA Es una teoría, no un hecho.

 

El Dr. Elliot Valenstein, autor del libro Blaming the Brain (Culpando al Cerebro) afirma que no existen pruebas para evaluar el estado químico del cerebro de una persona viva.

 

 

Por su parte, el Dr. David D. Burns, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Stanford y experto en Ansiedad, en los años 70, realizó junto a sus colegas una serie de experimentos para poner a prueba la teoría de que la depresión se debe a una falta de serotonina en el cerebro.

 

 

Los resultados no coincidían con esta teoría. De hecho, Burns asegura que, a día de hoy, no ha encontrado ningún estudio que valide la teoría de la serotonina, ni de ningún otro desequilibrio químico en el origen de la ansiedad y la depresión. Según él, “esta teoría está más alimentada por el marketing de los laboratorios farmacéuticos que por pruebas científicas sólidas”.

 

 

Después de 40 años investigando, todavía no hay NINGUNA prueba de que esto sea verdad. ¡40 años! Por lo tanto, sólo es una hipótesis, una opinión sin fundamento… no es un hecho. Esta teoría del “desequilibrio químico”, sin duda ha beneficiado mucho a las empresas farmacéuticas multimillonarias.

 

 

Además, todavía se conoce muy poco sobre el cerebro. La mayoría aún es un misterio. Se necesita hacer mucha más investigación. Por supuesto que estamos avanzando a pasos agigantados, pero lo que está claro es que todavía no podemos saber a ciencia cierta cuál es la causa de un trastorno de ansiedad.

 

 

Pero incluso si demuestran que existe una anomalía biológica asociada a la ansiedad, nos podríamos preguntar si eso es causa o efecto del trastorno o causa Y efecto.

 

¿Hay cambios biológicos que nos llevan a tener un problema de ansiedad?

 

¿El químico, es el causante de un problema de ansiedad?

 

o ¿El tener un malentendido (pensamientos tóxicos) de ansiedad hace que nuestro cerebro sufra cambios biológicos?…

 

Esto es lo importante; seguramente hay varias situaciones que te producen más ansiedad que otras, por ejemplo:

 

  • Puede que sea mientras estás en el automóvil, en una reunión de trabajo, en un restaurante, lejos de casa…

  • A veces sólo por pensar en ello tienes ansiedad.

  • También hay momentos en los que SABES que vas a tener ansiedad.

  • Imagina una persona con mucha ansiedad que viajará en avión dentro de una semana. La semana antes ya sabe que va a tener ansiedad mientras esté dentro del avión. Sólo de pensar en estar dentro del avión empieza a sentir ansiedad. Antes de llegar al aeropuerto, empieza a notar los síntomas.

  • O cuando el jefe te encuentra en el pasillo, y te dice, tengo que hablar con usted, con un rostro adusto, de hecho que habrá ansiedad.

 

Entonces, me pregunto:

 

¿Cómo saben las sustancias químicas de mi cerebro lo que voy a hacer?

 

o ¿cómo saben las sustancias químicas de su cerebro lo que va a hacer esa persona?

 

¿Son videntes?

 

No creo que las sustancias químicas estén programadas para conocer cada movimiento que hacemos, y aun anticipadamente; LAS ACTIVAMOS NOSOTROS, CON NUESTROS PENSAMIENTOS.

 

 

Por eso podemos desactivarlas si sabemos cómo. Es cierto que existen otros trastornos mentales más graves como la esquizofrenia o el trastorno bipolar que necesitan medicación para poder funcionar con normalidad. Sus brotes o crisis y la manifestación de sus síntomas, no dependen sólo de las situaciones que tengan que enfrentar.

 

 

Pero incluso para ellos, la medicación no es la solución definitiva. TIENEN QUE APRENDER A MANEJAR SUS REACCIONES Y SU ANSIEDAD, PORQUE DE ESO DEPENDE GRAN PARTE SU RECUPERACIÓN.

 

La gran mayoría de personas con ansiedad y ataques de pánico tienen los mayores niveles de ansiedad en unas circunstancias determinadas.

 

 

Mientras que a una persona le da miedo enfrentarse al avión y puede vivir un ataque en una situación, otra puede temer los lugares con mucha gente.

 

 

Hace tiempo trabajé en terapia con un empresario que tenía ataques de pánico. Podía tomar decisiones muy importantes en momentos de alto estrés y hablar en público delante de cientos de personas, sin tener síntomas de pánico ni una ansiedad significativa. Pero cuando estaba bañándose en la piscina, O ENTRABA EN UN ACENSOR siempre tenía un ataque de pánico porque se sentía atrapado como si no pudiera escapar. Estaba condicionado por una CREENCIA Y EXPERIENCIA de su pasado.

 

¿ESTÁN LAS SUSTANCIAS QUÍMICAS DE SU CEREBRO OBLIGÁNDOLE A ENTRAR EN PÁNICO?

 

Por supuesto que no. Es evidente que es una reacción de conducta ante sus pensamientos y ante la situación en la que se encuentra.

 

 

He conocido varias personas con ansiedad que sienten seguridad en todos los ámbitos de su vida. Se manejan con soltura trabajando, educando a sus hijos, con su pareja… pero tienen ciertos conflictos con su padre o madre.

 

 

Recuerdo cuando una de mis pacientes se dio cuenta de que sus ataques de pánico se producían siempre después de haber hablado con su padre. Otro con su profesor, otros con su madre, y así. En el caso del padre, Cuando él la criticaba, ella se sentía despreciada y débil ante sus ojos. La imagen que tenía de ella misma se tambaleaba y se veía incapaz de afrontar los problemas, por lo que el mundo se convertía en un lugar peligroso y amenazante. Estaba sintiendo la misma inseguridad y vulnerabilidad que sentía de pequeña. Me pregunto:

 

¿Conocía la química de su cerebro la complicada

 

relación con su padre?

 

¿Crees que era su desequilibrio químico el que la hacía cambiar de un momento a otro la percepción que tenía de sí misma y del mundo?

 

¿O eran sus pensamientos, experiencias, sus emociones los que condicionaban ese alterado estado al que llegaba?

 

Los que han puesto en práctica, el coaching han dejado de tener ansiedad y ataques de pánico al cambiar sus PENSAMIENTOS y su REACCIÓN hacia los pensamientos y hacia los síntomas físicos.

 

Nadie les manipuló los químicos del cerebro mientras no se daban cuenta

 

Vamos a ver. Las sustancias químicas sí cambian cuando tenemos ansiedad. Pero también cambian cuando estamos alegres, cuando estamos relajados, cuando nos enamoramos o cuando nos estamos comiendo una manzana. PERO NO SON LA CAUSA

 

 

Lo que te quiero decir es que los químicos están presentes, COMO RESPUESTA en TODO lo que hacemos.

 

También es importante no confundir el concepto de “desequilibrio químico” con los cambios hormonales”. Existe una conexión real entre la ansiedad y las fluctuaciones hormonales que experimentan las mujeres.

 

Los principales momentos en los que viven cambios hormonales podrían ser el síndrome premenstrual, el post parto y la premenopausia

 

PENSAMIENTOS TÓXICOS

 

Mis ojos se oscurecieron por el dolor, Y mis pensamientos todos son como sombra. (Job 17:7)

 

La doctora Caroline Leaf ha estudiado el cerebro humano desde 1981. En sus investigaciones ha encontrado que los pensamientos negativos causan un efecto tóxico en el cuerpo.

 

Ella dice que los pensamientos, aunque no los podamos tocar, son cosas reales que en el cerebro se ven como árboles.

 

 

Si el pensamiento es emocionalmente positivo se va a ver muy diferente a un pensamiento negativo y creará diferentes químicos en el cuerpo.

 

 

Cada vez que usted revive alguna memoria hiriente causará que el cerebro produzca esos químicos dañinos que terminarán afectando diferentes órganos del cuerpo. Este descubrimiento nos muestra la realidad de que los malos pensamientos no solo causan daño en la esfera espiritual sino también en lo físico.

 

 

La Dra. Leaf, dice que la comunidad médica y la comunidad científica concuerdan. Ellos han comprobado que si pensamos pensamientos buenos y positivos, soltamos químicos en nuestro cerebro que en realidad bajan a esas memorias tóxicas y ayudan a literalmente disolverlas y ayudan a cambiar la estructura de esa memoria para que podamos desarrollar una nueva memoria saludable.

 

 

Tenemos la capacidad de rechazar los malos pensamientos pero si hay pensamientos que se cuelan en nuestro cerebro y se vuelven tóxicos, dice la Dra. Leaf, necesitamos comenzar un proceso de reconstrucción. En otras palabras tenemos que renovar nuestra mente como dice la Palabra de Dios.

 

 

“y renovaos en el espíritu de vuestra mente”

(Efesios 4:23).

 

Podemos renovar nuestra mente cuando la ocupamos de pensamientos aprobados por la palabra de Dios.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. (Filipenses 4:8)

 

 

Aquí tenemos las características del pensamiento que agrada a Dios: VERDADERO: – contrario a lo mentiroso y falso. Lo primero que debemos preguntarnos es si lo que hay en nuestra mente está de acuerdo a la verdad

de la palabra de Dios. Si descubrimos que el pensamiento contiene falsedad

debe ser resistido en el nombre de Jesús.

 

 

HONESTO: (venerable, honorable en principios) todo aquello que es engañoso debe ser eliminado de inmediato.

 

 

JUSTO: – contrario a lo injusto, la impiedad, violencia y opresión. Cuando pensamos en todo lo justo, procuramos justicia y equidad en el trato con el prójimo.

 

 

PURO: (casto, limpio) – en oposición a palabras y acciones obscenas que inundan nuestra sociedad.

 

 

AMABLE: – contrario a la contienda. Al pensar con pensamientos amables, podemos ser amables con los demás.

 

BUEN NOMBRE: (reputación) – Hay muchas cosas en la vida de las que podemos hablar y pensar positivamente. Ej. El amor de una madre, la belleza de la naturaleza, etc.

 

 

VIRTUD: (excelencia moral) – vs vicio o inmoralidad. No podemos vivir en excelencia moral si nuestra mente está llena de pensamientos inmorales.

 

 

Digno de alabanza: (todo lo que es digno de encomio y admiración) – vs lo vergonzoso, lo bajo o condenable.

 

 

Somos instruidos a pensar en pensamientos que contengan estas características. De esta manera evitaremos los pensamientos tóxicos que hacen daño a nuestro espíritu, alma, y cuerpo. Aunque para el mundo esto sea insignificante y relativo, Dios le da mucha importancia a lo que permitimos en nuestra mente.

 

A LA PRACTICA: IDENTIFICANDONOS CON LA RENOVACIÓN DEL ESPIRITU DE NUESTRA MENTE: Efesios 4:23:

 

 

 

“Y RENOVAOS EN EL ESPÍRITU DE VUESTRA MENTE, ..”

 

 

 

Romanos 12:2 dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

 

 

2 Timoteo 3:16,17 habla: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en Justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

 

 

Llevando cautivo el pensamiento pecaminoso: 2 Corintios 10:5 “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando pronto para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”.

 

De acuerdo a estas escrituras; nos enfocan en:

 

¿Qué debemos de pensar?: Una vez que hemos puesto un alto al pensamiento penetrante por la Palabra de Dios, el siguiente paso es evaluarlo en base al criterio de los ocho pasos que nos dio Pablo para decidir en qué debemos pensar, como ya se explicó mas adelante.

 

 

En Filipenses 4:8

 

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre: si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.

 

 

Preguntémonos:

 

 

¿Concuerda este pensamiento con la verdad de Dios?

 

 

¿Sugiere que yo haga algo honesto?

 

 

¿Justo?

 

 

¿Puro?

 

 

Si este pensamiento se vuelve una acción:

 

 

¿Será el resultado algo amable y virtuoso?

 

 

¿Aprobarán otros creyentes mis acciones?

 

 

¿Será algo por lo cual podré alabar y glorificar a Dios?

 

Si la respuesta de cualquiera de estas preguntas es “NO”, despidamos el pensamiento de inmediato. No nos volvamos a involucrar en él.

 

Si sigue insistiendo, continuemos en negarnos.

 

 

Cuando hemos aprendido a responder a los pensamientos, de acusación, condena; de tentación desde la puerta de nuestra mente, y los evaluamos en base a la palabra de Dios, despidiendo los pensamientos que reprueban el examen, habremos encontrado la manera de escapar como promete la palabra de Dios.

 

 

En contraste, si un pensamiento entra en

nuestra mente y aprueba el examen de Filipenses 4:8 en cuanto a la verdad, lo honesto, lo justo, etc. Entonces “en esto pensad” Vs.8 y Lo pondré por obra “esto haced” Vs.9. El resultado “Y el Dios de paz estará con vosotros” Vs.9, lo cual es un resultado infinitamente mejor que el dolor y confusión que vienen después de ceder a los pensamientos acusadores, condenatorios y tentadores e involucrarnos en el comportamiento legalista y pecaminoso.

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